4. abril 2025

Altas temperaturas: un desafío para las vacas

El aumento de la temperatura ambiente durante el verano tiene un efecto negativo en las vacas lecheras de alta producción, aún más cuando la humedad también aumenta. Además, la calidad de la ración mezclada total (TMR) se ve afectada por el incremento de la temperatura y la humedad, lo que, en consecuencia, provoca el desperdicio de alimento.

El estrés por calor en el ganado ocurre cuando los animales generan y absorben más calor del que pueden disipar fácilmente a través de la respiración. Cuando la temperatura ambiente aumenta en combinación con una mayor humedad, las vacas tienden a reducir el consumo de alimento y aumentar la ingesta de agua para regular su temperatura corporal. La alimentación también influye en la producción de calor.

Cuando el alimento se descompone en el rumen, se genera calor. En combinación con el aumento de la temperatura ambiente, la temperatura del rumen también se incrementa, lo que afecta negativamente a la ingesta de alimento. Una ingesta irregular de alimento debido al calor provoca inevitablemente una alta variabilidad en el pH ruminal y un mayor riesgo de acidosis, lo que reduce la productividad.


Efecto de las altas temperaturas en las vacas:

Gráfico sobre el estrés térmico en vacas representando temperatura y humedad

¿Por qué centrarse en las altas temperaturas?

  • Rentabilidad: Las altas temperaturas reducen la producción de leche y la fertilidad en las vacas lecheras, lo que disminuye los rendimientos y las ganancias de los ganaderos.
  • Bienestar animal: El estrés por calor provoca incomodidad y problemas de salud en las vacas, como deshidratación y agotamiento por calor, comprometiendo su bienestar.
  • Sostenibilidad: El estrés por calor aumenta la necesidad de agua y energía para la refrigeración y el cuidado, incrementando el impacto ambiental y el uso de recursos en la producción lechera.


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